A la Creatividad le gusta la IA

A la Creatividad le gusta la Inteligencia Artificial, porque aunque nos de miedo que nos pueda quitar el trabajo, ¿quién sino nosotros tendremos la iniciativa, la impertinencia, la intención? Mientras la curiosidad sea sólo nuestra, nadie nos arrebatará la creatividad.

El debate sobre la influencia de la Inteligencia Artificial en la Creatividad parece estar en un punto muerto. Si bien los más optimistas ven inagotables oportunidades, los más preocupados por el desembarco de esta tecnología se temen una revolución de las máquinas que pueda acabar con miles o millones de puestos de trabajo.

Se revive lo que Umberto Eco llamó como Apocalípticos e Integrados, en su libro homónimo publicado en 1964. Eco se refería a los movimientos tanto culturales como de pensadores y políticos que se posicionaban a favor o en contra de los medios de comunicación masivos. Un debate sociológico, ético pero también semiótico, sobre cómo la comunicación perdería su identidad para convertirse en algo global.

Casi 70 años más tarde, y después de que Internet haya borrado de un plumazo cualquier duda sobre cómo impacta la globalización en la identidad cultural autóctona, tenemos un debate similar. ¿Cuál será el impacto de la creación en manos de robots? ¿Tomará el capitalismo esta herramienta para su beneficio causando millones de pérdidas de puestos de trabajo?

Predecir, es complicado. Sea como sea el futuro siempre nos aguarda optimismo. El arte, desde que somos bípedos, ha ido evolucionando. ¿Lo hará con la ayuda de la Inteligencia Artificial?

Como le comentaba a un compañero de trabajo, algo preocupado sobre cómo DALL-E  podría impactar en el diseño, esto ya pasó hace años. Lo mismo con ChatGPT, también pasó hace décadas. Simplemente las cosas cambiaron y los puestos de trabajo se adaptaron. Nos enfrentamos a una herramienta que tenemos que aprender a manejar no sólo a nivel técnico, sino también como sociedad.

Las máquinas puede imitar el trabajo humano, también el trabajo creativo, pero la intención, la intimidad del proceso creativo, la humanidad en el arte, es exclusivamente nuestra.

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